A pesar de que las conclusiones de E. Dale puedan ser muy discutibles, creo que es una buena aproximación a la realidad y coincide con lo que observamos muchos profesores en la práctica diaria. Y hace pensar en que hay que cambiar las formas.
miércoles, 15 de abril de 2009
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Si quisiéramos futuros adultos con pensamiento crítico y participativos, cambiaríamos las formas, pero como queremos futuros ciudadanos sumisos, los exámenes memorísticos y las clases magistrales seguirán predominando
ResponderEliminarPero la cosa es más compleja. No creo que la mayoría de los docentes busquen conscientemete eso; quizás su falta de crítica y la resistencia al cambio les hace colabrar en la perpetuación del viejo sistema.
ResponderEliminarLos que callan o no hacen nada cuando se cometen injusticias son tan responsables como los que dirigen un sistema que genera consumidores pasivos y sumisos
ResponderEliminarEstoy con Juan Carlos. El asunto es harto complejo. En mi Centro hay gente en prácticas que no tiene ni idea de qué hacer dentro de una clase, y a esta gente se une la que lleva años en la enseñanza y sigue sin aprender nada. En ambos casos puedo ver la palabra "angustia" en sus miradas. Y no soy vidente sino docente.
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